tag:blogger.com,1999:blog-150491024486242752024-02-20T00:54:14.471-08:00Disertaciones sobre el amorSolange Schiaffino y Alejandro S. SahoudSol Schiaffinohttp://www.blogger.com/profile/07356303363703081305noreply@blogger.comBlogger1125tag:blogger.com,1999:blog-15049102448624275.post-15332345175059329882008-02-22T13:20:00.000-08:002008-02-22T13:52:18.846-08:00Contrapunto: Alejandro S. Sahoud y Solange Schiaffino<strong>Esa Mujer</strong><br /><br />Ni linda, ni dulcemente enamorada me quieres,<br />no mujer de lluvia y verdes<br />de nubes y frío de sur otoñeciendo,<br />que te abrigue de palabras de vidrio roto<br />o de hielos profundos<br />de palabras que congelan o astillan almas.<br />Ni mujer de ciudad o calle gris, me quieres,<br />ni de tienda o peluquería,<br />no de vista moderna y vitrinas<br />ni mirada de arcoiris ni alianza<br />o fidelidad dispuesta a rasgar el sol<br />para entibiar cada mañana de bruma,<br />porque no, no mi curiosidad que asoma<br />tímida, quieres,<br />no mi valdivia de alma, abriéndose al mar,<br />que nos reconozcamos, no quieres.<br />No la mudez de mis noches, ni la tormenta<br />o estruendo de preguntas, dudas<br />o pequeños cuentos de la vida cotidiana<br />para intercambiar.<br />Ni extrañamente melancólica, ni figulina transparente<br />del mejor cristal, ni alma abierta o chiusa ,<br />no mi noche eterna, ni la sorpresa del cielo<br />en la serenidad de una sola estrella. No, no quieres.<br />No sabes quererme,<br />no puedes,<br />- no espero -<br />no quieres que quiera esperarte,<br />y tanto es que te quiero,<br />que sigo siendo esa mujer a quien no quieres<br />que te da todo, lo mejor,<br />incluso, no quererte si prefieres.<br /><br /><strong>Solange Schiaffino</strong><br /><br /><br /><span style="color:#003333;"><strong>Algunos nacen</strong> </span><br /><br /><span style="color:#003333;">hay algunos que nacen para no ser amados<br />o para ser amados en silencio<br />guardando la distancia de sus ojos<br />la perpetua esquina de sus muros<br />la sombra de sus sombras<br /><br />nacen para no ser amados<br />no porque no sepan que el amor existe<br />que nace el sol mañana<br />que se juntan las rosas en las manos del día<br />que la mujer es bella<br />y que hace falta un corazón a tiempo<br /><br />nacen para no ser amados<br />simplemente<br />como una condición<br />una elección de vida entre los mundos<br /><br />el amor es tan amplio<br />tan enorme su credo y tan negado<br />que es bueno practicarlo en infinito<br />apiñar sus montones en todas las distancias<br />multiplicar la vida a su conjuro<br /><br />el amor es la entidad del universo<br />por eso<br />no cabe solamente en uno mismo<br /><br /><strong>Alejandro S. Sahoud</strong> </span><br /><br /><br /><br /><strong>Amor de verdad</strong><br /><br />La verdad como una lámpara<br />convierte en muro cercano la distancia,<br />no duele su luz en el hechizo de verse azul<br />caleidoscópico rostro cuando ama,<br />multiplica gestos para cada signo de su boca,<br />por eso no duele la verdad, ni ésta ni aquella<br />que te amo y tú no, qué más da,<br />así digamos lo mismo y se replique diferente<br />porque ¿sabes? existen verdades<br />que se viven en solitario<br />y lo pueblan todo, lo transforman todo,<br />son como los garabateos de un tímido crepúsculo<br />cuando quiere despedirse,<br />pero más de un corazón le pide detenerse,<br />y aún así sostiene el otro día del horizonte.<br /><br />Son esas verdades que se agrandan a medida de las horas<br />y pueden hasta despertar con uno para siempre,<br />secretean en la piel con la piel más lejana,<br />se escapan muy a pesar del infinito,<br />porque primero son de cuerpo, de tierra diaria<br />de norte sur y los orientes con sus ponientes,<br />primero son de vida,<br />de pecho como un aleteo gozoso,<br />despegan más lejos de sí,<br />mucho más adentro de sí<br />traspasan el vuelo más allá de sí, de ti y de mí,<br />por eso que no halla tristeza este querer<br />de ser mujer así, feliz queriente<br />porque es libre el amor y más libre aún<br />si no se oculta y es sólo gratuidad.<br /><br />Entonces cómo creer esa verdad de condición<br />curioso amor, amar así, selecto<br />que unos nacieron y otros no para el amor,<br />no creo, no quiero creer de ser capaz.<br />Que todos nacen para ser amados,<br />que todos nacen para dar amor del bueno,<br />eso sí, tan verdadero como decir:<br />"que el amor no cabe solamente en uno mismo"<br /><br /><strong>Solange Schiaffino</strong><br /><br /><br /><br /><span style="color:#003333;"><strong>El Amor según yo, Tanita</strong><br /><br />la verdad del amor<br />no es una teoría entre dos alfas<br />y un omega inmediato que la cierre<br /><br />amor del bueno, si, palabra enorme<br />para todos, de todos, entre todos<br />amor del bueno, si, materialmente puro<br />creador infinito de las vidas del aire<br /><br />amor de pan muy largo, multiplicado y calmo<br />alimenticio para las bocas abiertas y cerradas<br />inmemorial amor que se repita<br />como un eco de aquí<br />en cada hondura, grieta, ligadumbre<br />espacio a la intemperie, sol de solos<br />y acompañados solos y soldados<br /><br />amor, palabra larga de cuatro letras cósmicas<br />repartible entre seres sin costumbre<br />amor<br />aquí, ahora, siempre, nunca, donde, junto<br />porque excede los límites del tiempo<br />y se hace de nuevo y se rehace<br />en la entrega de sernos todos prójimo<br /><br />Alejandro S. Sahoud</span><br /><br /><br /><br /><strong>Entonces, ya que Amas</strong><br /><br />Entonces resulta que me amas<br />y estás ahí con tu vida de aire<br />y resulta que este viento mío<br />está más repleto de ese cosmos y sus letras<br />que parecen luces en vuelo y salpicadas,<br />que se repiten, criaturas, acariciantes<br />y son como ese pan largo y bueno listo a multiplicarse.<br /><br />Porque resulta que me amas<br />porque amas,<br />y tanto te excede y a mí despierta<br />que así nos rehacemos, ambos<br />desde el pequeño y tan delgado espacio<br />que dejan las sombras.<br />Justo ahí en esa equilibrada eternidad<br />en que nos somos,<br />aún después de errar definiendo el amor y los amores,<br />el mío o el tuyo no distinto<br />cuando libre el silencio<br />ya sembró lo suyo, ligero don, o invisible aguacero<br />que debió regar esa palabra<br />mientras la guerra hacía círculos<br />y toda la noche, toda la oscuridad,<br />que son como mi tristeza o la tuya, cabía en ellos,<br />cuanto más vulnerables, más grandes, más distantes y solos,<br />más dispuestos a lanzar lejos la piedra<br />esa que a veces es alma o karma,<br />porque es así que me amas, porque amas.<br /><br />Amor del bueno, que lanza lejos,<br />muy lejos la piedra<br />hasta que el muro se arrastra y el círculo roto<br />no son más que pedazos,<br />pequeños trozos de la historia de uno y otro<br />que pueden recogerse y guardarse en una mano.<br /><br /><strong>Solange Schiaffino</strong><br /><br /><br /><br /><strong><span style="color:#003333;">Ser eso</span></strong><br /><span style="color:#003333;"></span><br /><span style="color:#003333;">¿qué es el amor, sino un superlativo<br />del buen sentir humano, del amigo<br />que como dice Martí, es la mano franca<br />que se extiende y nos roza y nos concibe?<br /><br />¿tengo que ser religioso, deista, predicante<br />cura, pastor, cristiano, evangelario<br />para reconocer que tengo un otro igual que yo<br />a mi derecha, a mi izquierda a mi frente y en los todos<br />de todos mis costados?<br /><br />existe un "todos son hombres en la tierra"<br />mi próximo<br />mi junto<br />mi vecino<br />aquel que no me ve y que yo veo<br />aquel que no me quiere y que yo veo<br />aquel al que defiendo y que no me defiende<br />aquel que me defiende y no conozco<br />aquel al que yo quiero<br />y aquellos todos otros de otros mundos<br />en este único mundo<br />un sólo mundo<br />hecho de todos prójimos<br />aunque tan pocos sepan que el amor<br />es ser eso<br /><br /><strong>Alejandro S. Sahoud</strong><br /><br /></span><br /><br /><br /><strong>Repentinamente<br /><br /></strong>Sólo SER tienes que ser<br />así tal cual océano y desierto,<br />árbol, roca y pájaro herido,<br />o simplemente camino hacia el sol de la tarde,<br />así tal cual como todos los juntos y los lejos,<br />tus cercanos visibles y los inexplorados,<br />nada que debas ser que ya no hayas sido,<br />que así mismo es que encuentra mi propia mano<br />la tuya honesta,<br />como cuando hubo hombro para recibir mis lágrimas<br />o hubo oído para los cantos de medialuna o mediodía.<br /><br />Así tal cual que dice tu cuerpo, tu huella de carne<br />entre las frondas, así abrasadora en la espalda<br />la evidencia, no hay más palabra que así digas,<br />que amar amando es como se te da<br />tan natural como de a caballo<br />guerrear la piel en el paisaje<br />y lo mismo, amor mío, de otros o de todos<br />es que lo recibo, aunque en su trazado<br />misterioso con que viene,<br />nunca sepa que soy también del mundo<br />agrietada, invernal mujer de leña<br />y tan repentinamente amada.<br /><br /><strong>Solange Schiaffino</strong><br /><strong></strong><br /><br /><span style="color:#003333;"><strong></strong></span><br /><span style="color:#003333;"><strong>Figulina</strong><br /><br /></span><span style="color:#003333;"></span><span style="color:#003333;"><br />figulina de vidrio en la tormenta<br />una voz de mujer<br />un sur de agua<br />convoca a ser de nuevo transparencia<br />las verdades perdidas del "te amo"<br /><br />y por qué no...con esa dulce furia<br />que tiene todo niño cuando quiere<br />no regresar de hombre hasta lo puro<br />y escuchar la mujer esencial que me predica<br /><br />intensa y repentinamente amada<br />por un amor profuso como el tiempo<br />repetible en mil voces y mil siglas<br />siete glifos de amor, sobre los sellos<br />de un mundo en el que habiten tus palabras<br /><br />figulina de vidrio, transparencia<br />femenina y frutal, agua y septiembres<br />mares del infinito en tu ternura<br />se desgajan aquí, donde este hombre<br />te dirá que se cree tu promesa<br /><br />femenina y acústica<br />el otro yo de mí, concávo, atávico<br />y perdurablemente renacido<br />el amor en tu boca es un torrente<br />anegando de paz la luz y el canto<br /><br /><strong>Alejandro S. Sahoud</strong><br /><strong></strong></span><br /></span><br /><br /><strong>Para cuando me invitas a tu Afelio</strong><br /><br /><br /><span style="font-size:85%;color:#999999;"><em>Dices que tienes miedo </em></span><br /><span style="font-size:85%;"><span style="color:#999999;"><em>que no te atreves a amar de nuevo.<br />Yo sólo quiero darte luz, cobijar tus sueños.<br />Abre esa ventanita del corazón que has olvidado..."<br />(Francesca Ancarola)</em><span style="font-size:100%;"> </span><br /></span></span><br /><br />Amas con la semejanza del mar en mi tristeza<br />en lo profundo de una gota sola<br />se agolpan tuyos, humanidad y cielo<br />dices hágase sombra la palabra para que ya sea luz<br />su eco, sin que siquiera lo presientas.<br />Hay condiciones para el amor que le son inagotables<br />polen sobre arena, hielo o piedra, tú mismo,<br />semilla donde brotan horizontes.<br /><br />Si te quiero es que así es el amor, vivo y de a dos<br />iguales libres, de a pie dispuestos<br />en diálogo de frente y frente alta,<br />dignidad de palma extendida<br />así de simple corazón caverna, lacerado o frío<br />así de simple desnudez ante el juicio y la memoria<br />tan inocente tan que si fueran de luces las vocales<br />abrigaría la noche<br />para que te fuera tibieza de crisol donde menguar las intemperies.<br /><br />Tú en lo pequeño y lo invisible,<br />en la precariedad del tacto<br />en la desmesura de ojos llenos<br />en el mendrugo que se ha vuelto el sueño,<br />mendigo de barro, gira tu voz<br />como un torno donde posar humildemente<br />la vida entera en ofrenda.<br /><br /><strong>Solange Schiaffino</strong><br /><strong></strong><br /><br /><strong></strong><br /><strong><span style="color:#003333;">Una Espiga</span></strong><br /><br /><span style="color:#003333;">repicas en lo breve como un cristal maduro<br />una espiga de aromas aluviales<br />que se mece entre piedras y tormentas<br /><br />fragilidad de ámbar<br />quebradura de un caracol ignoto abandonado<br />por el mar<br />en el viento de mis costas<br /><br />fruta<br />rama de la canela más agreste<br />murmullo de palomas escondidas encima del otoño<br />y en mi oído<br />tu voz es un vendaval de rosas blancas<br />que llueve en mis silencios<br />y me nombra de pétalos<br /><br /><strong>Alejandro S. Sahoud</strong><br /><br /></span>Sol Schiaffinohttp://www.blogger.com/profile/07356303363703081305noreply@blogger.com1